martes, 9 de febrero de 2010

Sentarse con Grecia, un gesto que nos complica la vida


Siempre se ha dicho que la izquierda española comunica mejor que la derecha. Y es verdad. Los socialistas están muy por delante del PP en materia de comunicación política. Las campañas electorales de los populares han estado habitualmente por debajo de las del PSOE. Basta con recordar el famoso video del “doberman” del PSOE o la cartelería “si tú no vas ellos vuelven” del PSC. Pero parece que últimamente los asesores socialistas no andan finos.

Davos es el mejor ejemplo. Los mercados financieros llevaban semanas castigando duramente a Grecia ante el temor de que no pudiera pagar su elevada deuda pública. Letonia, por su parte, es el país de la UE que atraviesa una crisis económica más profunda. Es en este contexto en el que los asesores de Zapatero han permitido que el presidente se siente en el mismo panel que los primeros ministros de Grecia y Letonia en la reunión del Foro Económico Mundial en la ciudad suiza. No todos los países cometieron el mismo error. Los jefes de gobierno de Polonia y Bélgica, que también compartían mesa con Zapatero, Papandreu y Zatlers, fueron lo suficientemente hábiles como para ausentarse del debate echándole la culpa al mal tiempo. Para más inri, durante el debate de Davos, Zapatero salió en defensa de la política económica de Papandreu.

Lo que vino después es sobradamente conocido: Paul Krugman, premio Nobel de Economía, aseguraba días después en su blog que "el mayor problema de la eurozona no es Grecia sino España”. Por su parte, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, equiparaba el miércoles los problemas de España a los de Grecia. Veinticuatro horas después, la Bolsa española se desplomaba un 6% sufriendo su peor caída desde otoño del 2008.




España no es Grecia. Su nivel de deuda pública no es comparable. Pero perdemos credibilidad ante los mercados cuando nos sentamos a la mesa junto a sus representantes y a los de otros países en quiebra o cuando nuestro gobierno da marcha atrás en apenas horas en determinados aspectos de la reforma de las pensiones. Todo ello da una idea de lo importante que es la comunicación política y cómo influye en la vida de los ciudadanos.

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