jueves, 12 de noviembre de 2009

By the People

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La semana pasada tuvimos la oportunidad de ver en diferentes cadenas de televisión españolas el documental producido por Edward Norton “By the People: The election of Barack Obama”.

Tres momentos del documental me resultaron especialmente llamativos.

El primero fue cuando en el transcurso de las primarias un granjero de la America minimizaba las probabilidades de victoria de Obama, basándose en su raza y en sus opiniones políticas. Es curioso contemplar como hace 2 años no todos los americanos creían en las posibilidades de Obama de alzarse con la victoria electoral. Es especialmente chocante teniendo en cuenta que ahora todos vemos como algo normal el hecho de que un afroamericano resida en la Casa Blanca. Me recuerda a lo que ocurría con Montilla. No hace mucho tiempo desde que un micrófono abierto pillara “in fraganti” al ex ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, afirmando que el pueblo catalán todavía no estaba preparado para aceptar a un president “charnego”. Poco después, Cataluña daba una lección de democracia concediéndole al catalán de origen andaluz los escaños suficientes para poder formar mayoría de gobierno con ERC e IC-EV. Y en política no olvidemos que gana quien gobierna. Otra historia similar es la del lehendakari Patxi López. ¿Podía pensar alguien hace un año que se convertiría en el próximo habitante de Ajuria Enea? En política, también, la utopía es posible. Sólo hace falta que alguien comunique ilusión y articule el deseo de cambio de los votantes.

Otro momento sugerente del documental fue cuándo Jon Favreau, redactor en jefe de discursos de la campaña de Obama, manifestó que el mejor redactor de discursos del equipo era el propio Obama. Sus palabras confirman la notable preparación y el enorme bagaje intelectual del presidente americano. Pero también muestran la humildad de Favreau que, a pesar de estar escribiendo para la élite americana, sigue teniendo los pies en la tierra. No cabe duda que a muchos televidentes les habrá suscitado simpatía esa dosis de modestia de uno de los gurús de la redacción política.

Sin embargo, quizás, el momento más vibrante del filme fue aquel en el que Hillary Clinton, tras su derrota en Iowa y justo antes de celebrarse las primarias de New Hampshire, se derrumba en una rueda de prensa, no pudiendo evitar derramar unas lágrimas, mientras insistía en la necesidad de no desandar el camino recorrido. Daniel Axelrod, principal asesor de Obama y con un olfato político difícil de igualar, vio en ese momento un posible giro en la campaña, que hasta el momento le sonreía a Obama. Tal y como explica Axelrod en el documental, hasta ese instante la opinión pública americana siempre había percibido a la secretaria de estado americana como una persona dura, con apenas sentimientos. Pero en ese lapso de tiempo en el que se desmorona, tal y como intuía Axelrod, Hillary había sido capaz de mostrar su humanidad al pueblo americano. Poco después, Hillary obtenía la victoria en New Hampshire.

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